La negra noche

En el viejo búnker los días pasaban rápido, o al menos, eso pensaba yo. Llevaba mucho tiempo sin ver la luz del sol, para saberlo con certeza, y es que ahí fuera, en el mundo salvaje, el viejo astro había dejado de guiar destinos. Sólo se podía divisar vagamente una mortecina claridad crepuscular en un devastado …