Harto
Harto de sufrir cada día, de vivir al límite por obligación y no por elección. Harto de la condescendencia de generaciones de antaño, de las pobres disculpas por el daño causado, o el pingüe ‘atrezzo’ de una vida de crueldad inmisericorde. Estoy harto de la precariedad galopante, de no haber conocido más que inmundicia laboral …