Nunca seremos como Francia
Es un fracaso. Un fiasco absoluto de un país con una sociedad elitista y demasiado pagada de sí misma. Una sociedad que observa el mundo desde su atalaya moralista, pertrechados en su torre de marfil con la consecuente seguridad que le otorga su clase, su pasaporte y su dinero, como todo arde a sus pies. …