Nos toca pagar el precio
Y aquí nos encontramos, dos años después inmersos en lo que llamamos el camino hacia la normalidad, intentando recomponer nuestras vidas como buenamente podemos. Un camino arduo y difícil, que nos deja multitud de enseñanzas de las que lo más seguro es que no hayamos aprendido lo más mínimo. Porque somos así, seres irreverentes con …