
No comparece para explicar la metedura de pata en el Sáhara, mientras Argelia firma un acuerdo histórico con Italia y todo apunta a que el suministro de gas a Europa que supla el ruso, pasará por la península transalpina. No entra en la piel de toro, mientras Argelia se compromete a subirnos el precio del gas consecuentemente de aquí a 2024, todo un negocio para los bolsillos de los españoles, que rebosan dinero y se les caen los billetes por donde caminan. No comparece, pero manda al Ministro Albares (sospechoso afrancesado con una organización opaca dentro del propio Ministerio que actúa de manera paralela a la agenda gubernamental) a explicar un acuerdo histórico con Marruecos, que los magrebíes no firman, y les compromete a nada con España mientras nosotros dinamitamos la poca relevancia internacional que nos quedaba. A fin de cuentas, ¿qué importa un poco más de porquería encima del auténtico estercolero que somos? No comparece, mientras el país está paralizado por la huelga de transportes, la población empieza a quemar las calles de ira, y los agricultores y ganadores se suman a la fiesta sabedores de que poco hay que perder ya. No comparece, pero se compromete a un pellizco de 500 millones de euros subsidiando el combustible a ciertos gremios del transporte, porque mantener el silencio cuesta 500 millones y un poco más a los dos sindicatos mayoritarios. Por supuesto el acuerdo con el transporte es precisamente con los que no estaban en huelga, esos que pasan por el aro porque en realidad les da igual. Ya pillaron cacho en diciembre, van a pillar un poco más ahora.
Gastamos un 24% más durante la crisis. Un 24% más en un océano de gasto superfluo que nos amerita una rebaja que no va a llegar, mientras rechazamos explotar los recursos naturales que yacen en el subsuelo español. Gas, petróleo, tierras raras… y un largo etcétera, que es preferible no tocar porque ya tú sabes. Friendly reminder de que la explotación del gas español (Con reservas probadas para al menos, 40 años de suministro) está prohibida desde 2021 gracias a una ley impulsada por el PSOE, con la siempre diligente colaboración mediante abstención del PP. Te dirán que está prohibida porque su acceso es mediante fracking (Sin añadir que las técnicas que se usan hoy por hoy, son cada vez menos invasivas. Todo evoluciona), pero olvidarán que se prohíbe su explotación en cualquier caso y bajo cualquier circunstancia.
Por supuesto ya recibieron comunicación ayer las comunidades autónomas de que no habrá rebaja impositiva sobre el combustible durante este año, no vaya a ser que una rebaja incida en el consumidor final y el gobierno recaude menos. Lo que el gobierno parece no querer entender (O entiende pero cumple designios de nuestro señor), es que una carga impositiva asfixiante no causará mayor recaudación en una población con el poder adquisitivo destrozado, que sufre una inflación del 10% (la real, no la maquillada) y el fantasma de los EREs comienza a revolotear sobre sus cabezas. Un descenso de los impuestos en época de vacas flacas, aumentará el gasto (Y la confianza) de la población y por ende, la recaudación del estado por esa vía. El enorme problema que enfrentamos es de disponer de una clase política anclada en el medievo monetario, por el cual solamente entienden que mediante el ahogamiento de la clase media, pueden disponer de efectivo para seguir pagando sus desmanes diarios. Así que deciden gravar hasta el pin del Madrid que vendiste por Wallapop, para decirte que todo va para carreteras y sanidad. Por supuesto, lo que ocultan es que la recaudación normalmente va para pagar intereses generados de una deuda monstruosa, y esos servicios sociales mermados y defenestrados, se pagan mediante la generación de más y más deuda. Ojo, bajo el paraguas de un BCE que está comprando más del 90% de la deuda que emitimos, compras que pararán este año y a ver cómo te buscas la vida a partir de ahí. El que avisa no es traidor, pero vienen curvas muy prolongadas y en las que todos, absolutamente todos, nos vamos a marear.
¿Pensábamos que la fiesta se pagaba gratis? Pedir cierres durante dos años con alegría y desparpajo, mandar una y otra vez trabajadores al ERTE en un país semi quebrado e improductivo, quizás no fue la mejor idea después de todo. Si a ello sumamos el confinamiento más estricto de occidente, con la consiguiente paralización del limitado tejido productivo que tenemos… creo que no había que ser un lince económico para ver la que se nos iba a venir encima. Y se avisó, mucha gente avisó, pero se optó por hacer oídos sordos y continuar con los desmanes y corruptelas antes que enfrentar la realidad y tomar medidas que habrían amortiguado bastante el golpe que nos vamos a dar.
De aquellos barros…
Impulsar el subsidio para afianzar el clientelismo político. Y de esta forma tenemos comiendo de la mano a medios de comunicación deficitarios, empresas quebradas y gorrones de nuevo lustro, que chupan la sangre del español, de la empresa productiva y de las mentes que intentan crear algo más allá del paraguas del estado. Y no pienso que sea ya liberalismo, tan sólo sentido común; las habichuelas tienes que sacarlas tú, porque nadie va a venir a darte duros a cuatro pesetas. Y bendito refranero español, que tiene una solución para casi todo.
El voto cautivo lo mantienes mientras puedes pagar la fiesta.
Tenemos un Presidente del Gobierno de gira por Europa para conseguir lo mismo que logró en su gira por los Estados Unidos: nada. Mientras la credibilidad española brilla por su ausencia y el país se ha tirado del avión sin paracaídas, nuestro presidente parece sentirse más cómodo entre sus homólogos de profesión y perogrullo, que ante la ciudadanía que ejerció su derecho a voto y le puso en Moncloa. Mientras tanto, la vicepresidencia, en manos de Unidas Podemos, se desmarca una y otra vez de las acciones gubernamentales, las critica y se lanza a la yugular de un Sánchez que parece ya ejercer la política de tierra quemada, pero no abandonan la coalición… porque, no vaya a ser que se encuentren de un día para otro sin nada que llevarse a la boca. Bueno, a ver, tienen dos manos, pero no podemos pedirles que tras estar ganando más de 100.000 euros limpios al año (más dietas, más ayudas, más todo lo que te imagines y tú no tienes), tengan que empezar a ganarse el pan de formas menos sencillas y que requieran un poco más de esfuerzo y dedicación.
¿Dónde estamos?, España se encuentra en la mayor encrucijada de su historia moderna, enfrentándose a una hecatombe económica de mayor impacto que la propia Guerra Civil del 36, con una clase política que se ha separado por completo de la sociedad civil que dice representar; unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que han perdido todo su caché (Es lo que tiene dedicarse a multar abuelos por pasear al perro, o ejercer un abuso de poder recalcitrante durante dos años) y una sociedad civil alienada que es incapaz (por miedo o negación) de vislumbrar en el horizonte la ola que se viene sobre todos nosotros, y decide que es mejor pedir que sigas llevando mascarilla en el supermercado, mientras vas a mendigar un litro de leche que ya no hay. De nuestro Jefe del Estado mejor ni hablemos, porque ni está ni se le espera, salvo para lucir mascarilla en cada aparición que hace en el país, y no perder ni un solo segundo para quitársela en cuanto sale.
¿Y la oposición? La oposición es la nada dibujada en un folio en blanco. No existe ni se la espera. El PP rejuvenecido mediante González Pons, agotado ya de sus aventuras en Bruselas, colma de ilusiones al votante de centroderecha español, que ahora se refugiará en sabe dios qué partidos en busca del padre que nunca van a tener. Y otros, de cierto calado y dudosa procedencia, aprovecharán ese hueco para adelantarles por la derecha (nunca mejor dicho) prometiendo el oro y el moro, regresando el engaño como el nuevo patrón oro.
Porque así funciona el votante español. Primero vota a quien le lleva al abismo, pero vende una política de cartón piedra: vacía de contenido, pero con muchas flores y abrazos. Después, cuando ya se asoma al precipicio, vota al que le dice que no tiene la culpa de nada. Que hay una conspiración para hundir todo en lo que cree. Primero fueron los mercados y ahora es el inmigrante. Cualquier cosa vale, siempre y cuando uno no tenga la conciencia demasiado picajosa.
¿Y el Gobierno?, el Gobierno de la nación se mueve entre volantazos sin sentido y ‘sujétame el cubata’, dirigiendo el país con un timonel que ha preferido granjearse un futuro en la Unión Europea en cuanto le saquen a gorrazos de la Moncloa. Mientras tanto, tendrá su propia docuserie de televisión (mediante una productora que ha recibido más de 17 millones en préstamos ICO desde 2020 y está ligada a Mediapro. Pero nada que ver aquí, circulen), y paseará su belleza hispana por las cortes mundiales. La peor clase política de nuestra era moderna, en el peor tiempo posible, dicen. Y es cierto, pero no deja de ser por ello menos cierto que es tan solo el reflejo de lo que nos hemos convertido como país. Ni más ni menos.
Nos enfrentamos a unos tiempos de autarquía en los que no tenemos ni tejido productivo, ni energético, ni dinero. ¿Qué podría salir mal?
Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
Pedrito nos lleva al desastre. Esto solo lo salva Abascal
No hay gobierno, solo un cúmulo de personas que van a lo suyo
Y hoy ninguneado en la OTAN. Antoniooooo
Antonio perdón Antonio
Mías dado en la diana macho.